¿Quién dijo que si estás a dieta tienes que olvidarte de los bocados dulces? Ya no es necesario, y la prueba la tenemos en esta dieta dulce para adelgazar. Es posible perder esos kilitos de más que has ganado y no renunciar a los dulces. Una dieta que, a buen seguro, gustará a los más golosos.
Perder peso y sin renunciar a comer dulces. Esto es lo que promete esta dieta dulce para adelgazar conocida como la dieta de María Antonieta. Y es que dieta de adelgazamiento, con algunas correcciones y actualizaciones dietéticas, está diseñada siguiendo las premisas de la dieta que seguía la conocida reina francesa. La consorte de Luis XVI pasó a la historia, entre otras cosas, por su famosa frase: “Si usted no tiene pan, coma brioche”, lo cual no solo desveló su falta de contacto con la realidad sino que traicionó su secreto por los dulces.
Dieta para adelgazar
La dieta de María Antonieta es el resultado de la investigación de una periodista estadounidense, Karen Wheeler, autora de un libro sobre el tema y que puede presumir de contar con el respaldo y apoyo de algunos destacados expertos en nutrición. Siguiendo las directrices dietéticas de la mujer de la nobleza francesa que la da nombre, esta dieta, cuya peculiaridad reside en que los dulces no son alimentos prohibidos, promete resultados en los primeros diez días. Una dieta que, a buen seguro, gustará a más de un goloso. María Antonieta, según recoge la historia, era de naturaleza golosa.
No renunciaba a un bocado dulce, equilibrando el consumo de calorías y optando por una cena ligera. Y no es la primera vez que el dulce se libera de su etiqueta de alimento prohibido en las dietas, ya que de hecho otros estudios han constatado que tomar dulce ayuda a adelgazar.
Dieta dulce para adelgazar: qué y cuándo comer
Como ya hemos dicho esta dieta es ideal para los amantes de los dulces, y para aquellos que no quieran renunciar al azúcar, ya que permite comer dulces, como un pastel o un croissant en el desayuno. Eso sí, hay que cuidar las comidas principales, optando por carne o pescado blanco a la plancha o al horno y verduras para comer; y terminar el día con una cena ligera a base de sopas de verduras u hortalizas (por ejemplo, de zanahorias y calabaza) para equilibrar la ingesta de hidratos de carbono y calorías. De postre, en la comida, también puedes tomar un dulce, como un bombón de chocolate.
Lo que comemos, y cómo lo comemos -¿a qué hora comer?- es importante para el éxito de toda dieta, y especialmente cuando se trata de una dieta para perder peso. El secreto de esta dieta dulce es sencillo: tomar un bocado dulce por la mañana y otro después de comer garantiza una buena sensación de saciedad durante todo el día, y mantiene a distancia la tentación de picotear entre horas o de tomar otros aperitivo imprevistos durante el día.
Tal y como hemos señalado, la cena debe ser ligera, siendo una sopa la mejor elección. Es importante no cenar demasiado tarde, la mejor hora en torno a las 8. De esta manera evitaremos cargar al cuerpo con demasiada grasa y calorías antes de dormir.
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