El fundador de Facebook se compromete a entregar casi la totalidad de sus acciones en la red social -hoy equivalen a 45.000 millones de dólares- a causas benéficas con motivo del nacimiento de su primogénita
Max, la hija de Mark Zuckerberg y Priscilla Chan, no ha nacido con un pan debajo del brazo, sino con una montaña de millones. La llegada de la primogénita del fundador de Facebook, que vino al mundo la semana pasada, ha sido la excusa elegida por Zuckerberg y su mujer para formar parte de un selecto club: el de los multimillonarios que se comprometen a donar su fortuna a causas benéficas.
Zuckerberg realizó el anuncio a través de una amplio comunicado, titulado «Carta para nuestra hija», y publicado en la red social que desarrolló y de la que es consejero delegado. «Daremos el 99% de nuestras acciones –valoradas en la actualidad en cerca de 45.000 millones de dólares– a lo largo de nuestra vida», se comprometió el joven magnate de Internet.
El dinero se destinará a la Chan Zuckerberg Initiative, una plataforma recién creada para gestionar los fondos donados por la pareja, y cuyas «áreas de dedicación iniciales» serán «el aprendizaje personalizado, la cura de enfermedades, la conexión entre personas y la formación de comunidades fuertes».
«Sabemos que este es una pequeña contribución comparada con todos los recursos y el talento que ya trabajan en esos asuntos. Pero queremos hacer lo que podamos, trabajando de la mano de muchos otros», escribió Zuckerberg en su misiva, que iba acompañada de una foto de la pareja con su hija recién nacida. El mes pasado, el máximo responsable de Facebook anunció que disfrutaría de un permiso de paternidad de dos meses.
La red social aclaró en un comunicado a la Comisión del Mercado de Valores de EE.UU. (SEC, en sus siglas en inglés) que Zuckerberg planea «vender o donar no más de 1.000 millones de dólares por año en acciones de Facebook durante los tres próximos años” y que pretende conservar su posición mayoritaria en las decisiones de la compañía «durante el futuro próximo».
En la carta a su hija, Zuckerberg también deja claro que prevé ser el consejero delegado de la compañía «durante muchos, muchos años», pero que los asuntos de los que se ocupará su nueva iniciativa «son demasiado importantes como para esperar a cuando tú o yo seamos mayores».
Hasta el momento, Zuckerberg y Chan han donado 1.600 millones de dólares a causas benéficas –sobre todo en los campos de la educación y la sanidad– pera el compromiso enunciado ayer les coloca al nivel de Warren Buffett o Bill y Melinda Gates, los grandes activistas en conseguir que las grandes fortunas del mundo no acaben despilfarradas por sus herederos sino empleadas en mejorar el mundo.
En 2010, lanzaron la campaña ‘The Giving Pledge’ -algo así como ‘El compromiso de donar’- en el que animan a los más ricos del mundo a donar la mayoría de su dinero a la beneficencia, como ya han hecho ellos. Zuckerberg fue de los primeros en unirse a la causa. Tenía 26 años, justo en la época en la que Chan se fue a vivir con él. Ayer el compromiso se hizo realidad para celebrar el nacimiento de su hija, aunque los detalles de la donación -cuánto se destinará cada año, qué organizaciones disfrutarán de esos fondos, quién estará al frente de la iniciativa- tardarán en conocerse. «Daremos detalles durante los próximos meses, cuando nos acostumbremos a nuestro nuevo ritmo familiar y volvamos de nuestras bajas de maternidad y paternidad», dijo Zuckerberg.
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